14 de febrero – Día Europeo de la Salud Sexual

Afortunadamente cumplir años no afecta a todo el mundo por igual, pero dependiendo de cómo nos tomemos la vida podemos sufrir antes o después algunos achaques asociados a la edad y al estado de salud, como puede ser la disfunción eréctil.

La disfunción eréctil es una patología masculina muy común y se define como «la incapacidad persistente de conseguir y mantener una erección lo suficientemente firme para poder tener una relación sexual satisfactoria».

Según la Sociedad Española de Andrología (ASESA) la disfunción eréctil afecta a un 10% de los españoles, que equivale a unos 2 millones de hombres. Además la incidencia aumenta progresivamente con la edad afectando sobre un 2% de los pacientes de 40 años y elevándose a un 25-30% para los mayores de 65 años.

Por lo que la disfunción eréctil es edad-dependiente, pero existen varias causas que afectan al hombre que lo padece: neuronales, psicológicos, interpersonales, farmacológicos, por enfermedades y asociados a un envejecimiento orgánico.

Causas comunes

La causa más común es el daño a nervios, arterias, músculo liso y tejidos fibrosos, a menudo como resultado de enfermedades que con mayor frecuencia aparecen en edades avanzadas, sobre todo las asociadas al síndrome metabólico, como son: la diabetes mellitus, la hipertensión, la arteriosclerosis y la hipercolesterolemia, todas son factores de riesgo de la disfunción eréctil, por ello si el primer síntoma es la disfunción eréctil puede significar que haya otras patologías de fondo y sea conveniente acudir a su médico.

Existen factores dentro del estilo de vida que van a hacer que haya una predisposición o desencadenamiento de esta patología, por ejemplo: el sedentarismo, la obesidad, el tabaco y el estrés, que pueden producir una disfunción endotelial, inflamación y disminución de testosterona que conllevan a una baja regulación de la formación de óxido nítrico (NO) y se asocian con el aumento del anión superóxido (O^2-), un radical libre que se genera por estrés oxidativo y es responsable de la disfunción vascular por una disminución de la disponibilidad del organismo del óxido nítrico (NO).

La formación por nuestro organismo de óxido nítrico (NO) es fundamental para controlar los mecanismos de relajación del musculo liso y con ello el aumento del flujo sanguíneo, por lo que se le considera el factor principal para que haya un proceso de erección.

El óxido nítrico es fundamental para controlar el proceso de erección.

Como hemos visto una de las causas de la disfunción eréctil está asociada a la edad y al estado de salud, en las que podemos actuar, previniendo, retrasando su aparición o incluso evitando que aparezca con los siguientes consejos:

1. Seguir una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, omega 3, aceite de oliva, y frutos secos.
2. Evitar consumo de tabaco y alcohol.
3. El consumo de suplementos ricos en antioxidantes como son los de oliva, granada, o tomate van a actuar como antiinflamatorios generando un efecto positivo en la función endotelial. En concreto, el extracto de granada aumenta el flujo sanguíneo protegiendo el endotelio, relaja el musculo liso aumentando la concentración óxido nítrico (NO), y modula la inflamación.
4. Realizar ejercicio físico hace que aumente el óxido nítrico sistémico, por lo que se recomienda entre 30 y 45 minutos 3 veces a la semana. Va a disminuir la obesidad y previene la aparición de diabetes.
5. Realizar controles médicos anuales por su andrólogo.
6. En casos necesarios, también acudir a terapia sexual para mejorar las alteraciones psicológicas.